jueves, 3 de abril de 2008

Retrato de un Cristiano

Teoterapia para Usted: Retrato de un Cristianocategorias: Columna - Sociedad - Local
Dios tiene este propósito para cada uno de los miembros de su Iglesia y es conveniente que lo consigamos aquí, para tener una "abundante entrada" en el Reino eterno.
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Escrito por Nelson Zenteno
Jesucristo dice en Mateo 5:3-13 dice: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados son cuando por mi causa los vituperen y los persiguieren y digan toda clase de mal de ustedes, por mi causa, mintiendo. Gócense y alégrense, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes”. ¿Qué es un cristiano?¿ Alguien dirá: ”Es una persona que pertenece a una iglesia”, pero esa no es una definición completa. Muchos afirmarán: “Un cristiano es un hombre o mujer que cree en Jesucristo como salvador personal”. Esto es más cierto; sin embargo, no es toda la verdad. Hay millones que creen en Cristo y sin embargo, no dan frutos de ser cristianos. Hace muy poco, llamó al Centro de Teoterapia una señora, diciendo: ”Era yo una creyente convertida de años cuando me casé con un hombre también cristiano. Pero he de confesarle que nuestros 10 años de matrimonio han sido los peores años de mi vida. Años de altercados e insultos incesantes. Iba ha entregarme al pecado (infidelidad), cuando oí su mensaje por radio. Ahora quiero hablarle”. Ahora bien, se trataba de un par de creyentes, miembros de una iglesia y sin embargo habían pasado 10 años de infierno en su propio hogar. ¿Ven como no es suficiente ser un creyente?. Es verdad que la escritura dice: ¿”Si alguno está en Cristo, nueva criatura es”¿. Mas puede ocurrir que las nuevas criaturas en Cristo, poseyendo una naturaleza espiritual en lo que se refiere a la fe, retengan sin embargo, tanto de la vieja naturaleza, que el brote espiritual está totalmente cubierto y hecho impotente por los brotes de la vieja naturaleza. Necesitamos “despojarnos del viejo hombre y renovarnos en el nuevo, que es creado según Dios, en justicia y santidad de verdad”. Algunos mal enseñan que el Sermón del Monte se refiere a la conducta de los ciudadanos del Reino de Dios cuando Cristo venga, pero Jesús dijo que el Reino de Dios ha venido ya. Si somos cristianos, estamos ya en este Reino; y las reglas o condiciones de las Bienaventuranzas son para nosotros. Al considerar este pasaje debemos tener en cuenta que Jesús no está hablando de ocho clases de Cristianos diferentes, sino de diversas facetas de la vida en el Reino que cada cristiano debe tener. O sea, no basta con tener una de tales virtudes, sino es nuestro deber cultivar todas a vez. La persona humilde, debe ser asimismo pura de corazón y misericordiosa y mansa, y tener hambre y sed de justicia. ¿Las bienaventuranzas describen una vida cristiana bendita? No precisamente una vida exenta de dificultades, sino una vida santa, llena de Dios. Y ésta es la vida propia del cristiano. La mayor tragedia del Cristianismo en nuestros días es la superficialidad ¡Somos tan diferentes el martes o miércoles de lo que éramos el domingo cuando estábamos en la iglesia! Parece como si no hubiésemos tomado en serio nuestro Cristianismo. Muchos dicen: ”Yo leo la Biblia pero... ¿Tomas en serio las enseñanzas de la Biblia? Ser Cristiano es más que ser miembro de una iglesia, más que creer en Dios Padre Todopoderoso, más que creer en el creador del cielo y de la tierra, más que hacer lo mejor que uno puede. Ser cristiano significa ser humilde de espíritu y limpio de corazón. Ser Cristiano es más que saber que Dios es Omnipotente(tiene todo poder), Omnisciente(todo lo sabe)y Omnipresente(está en todo lugar). Ser cristinao significa tener un respeto y temor ante su omnipotencia, orar, escudriñar, clamar para que te comparta y revele su omnisciencia y vivir con santidad en el actuar, hablar, pensar y escuchar, estando consciente de su omnipresencia (es decir, donde yo estoy él está, donde yo hablo él escucha, donde yo actúo él lo ve, donde yo pienso él lo sabe). En la Iglesia Católica Romana canonizan a sus mejores hombres y mujeres, elevándolos por encima del resto de los cristianos. Entonces, el común del pueblo se conforma en no ser santos, considerando que cuesta mucho alcanzar tal honor. Exactamente igual como muchos estudiantes se conforman con no tener un doctorado, pensando en los esfuerzos que cuesta. Pero éste no es el plan de Dios: Dios ha llamado a todos sus fieles a ser santos. No hay diferencia entre el predicador que llena los estadios, ni el evangelista que recorre el mundo entero, ni el prelado de alta autoridad y la humilde viejita que asea la iglesia ni el mendigo que pide las monedas a la puerta del templo. No hay diferencia a cual iglesia tu asistes, si la más grande o la más chica, si la más pobre o la más rica. No hay diferencia de tu clase social, si de alta alcurnia, sangre azul, medio pelo o plebeyo. No hay diferencia en educación, si doctorado, licenciado, universitario, media, básica o sin estudios. No hay diferencia de rango social, si autoridad de gobierno, autoridad regional, autoridad comunal y funcionario público. Todos somos requeridos a poseer los rasgos que se describen el las buenaventuranzas. Los evangélicos publicaron un libro hace años ,(no querían ser menos) titulado “Santos Protestantes”, donde exaltaban la vida de Judson, Taylor, Wesley, Muller, Calvino y otros, presentándolos como personas diferentes a nosotros. Ciertamente Dios ha tenido grandes cristianos en la historia, pero en las cartas apostólicas (le recomiendo que las lea), leemos de personas tanto o más deficientes que nosotros a quienes la palabra los llama Santos y en varias ocasiones se dijo a estos cristianos iguales a nosotros, que Dios los había llamado a ser “Santos y sin mancha delante de él en amor”(Efesios 1:4 y Colosenses 1:22). Si no lo somos, no estamos cumpliendo con nuestra obligación. Dios no hace acepción de personas, dice la biblia. Es decir, no me llamó a mí, para ser cristiano diferente al cura de la Parroquia. Ni te llamó a tí, amigo lector, para ser diferente clase de cristiano a tu pastor. A todos nos ha dado el mismo patrón o modelo para nuestra vida y conducta en cuanto a nuestra santidad. En cierta ocasión pregunté a una señora que salía de la iglesia: ”¿Es usted cristiana?” Con una cara sonriente, más bien pícara me respondió: “Sí, por supuesto, pero NO soy santa”. Se conformaba con ser cristiana sin ser santa. Déjeme decirle con mucha tristeza mi amigo, que ese no es el plan de Dios, quien ha llamado a los cristianos a ser santos. Esto significa que ¿somos Santos en potencia, cada día con esfuerzo santificados por su gracia redentora, para que vengamos a serlo de hecho y cuanto más pronto mejor. Observe muy atentamente lo que dice la palabra de Dios, aunque quizás lo oyó cuando usted se casó: “Cristo amó a la Iglesia y se entregó a si mismo por ella para santificarla, a fin de presentársela a sí mismo, una Iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Efesios 5:25-27). Dios tiene un propósito para cada uno de los miembros de su Iglesia y es muy conveniente que lo consigamos aquí, para así tener “una abundante entrada” en el Reino Eterno. Esta es la clase de vida que Cristo llama “Bienaventurada”, o sea traducido al buen castellano: La vida extraordinariamente feliz ¡Quiera Dios concederla a cada uno de nuestros amables lectores!

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