domingo, 27 de diciembre de 2009

A LOS QUE ESTARÁN TRISTES.(Igual que yo)


Tristeza del Año nuevo... ¿Qué contradictorio, no?, si la aproximación del nuevo año es época de felicidad , de encuentro, de gozo, de paz, de solidaridad, de amor, de fiesta y hasta “carrete” ...Pero lamentablemente para mucha gente es así, es tristeza del año nuevo.Porque tal vez están solos en sus casas, en una cama de hospital, en un asilo de ancianos, en una celda de la cárcel, de guardia en un puesto de trabajo lejos de su familia, o simplemente solos y sin familia...Tal vez para ellos el 31 sea una noche más... noche de acostarse temprano... mirando por la ventana la felicidad de los demás, noche de más bullicio, noche de bocinas de autos que ríen sin cesar... noches que además tienen ese vacío en algún lugar del alma. Noche que no sabe esperar: a los carabineros que vigilan, a los panaderos que deben hacer pan, a todos los trabajadores que se esmeran por suministrar luz, agua, telefono y cable a todos los hogares, a los gendarmes y uniformados que les tocó “estar de guardia”, a los empleados de la Dirección de aeronáutica, que les tocó “cuidar los aviones”, a los agricultores que justo a esa hora les tocó “el turno de riego”, a la doméstica cama adentro que la obligaron a quedarse “para atender las visitas”, al taxista que “lo pillaron las letras del auto”, al que no quiere celebrar porque este año les llevó “un ser querido”, al que está cesante y aunque lo inviten siente que está “al peche”, al trabajador radial o tele que le tocó despedir y recibir los años y “a poner buena música”, a los que cuidan las fronteras que ese día “no se cierran”, al extranjero que “no alcanzó a llegar a su casa”A todos ellos les digo rotundamente que NOOOOOO!!!... que NO es así. Que no debemos permitirnos que sea una noche más.Total, fue un año como todos...A muchos de nosotros nos dio grandes satisfacciones y, a no pocos, muchas frustraciones.
Logramos algunas metas y perdimos ciertas batallas.
Nos llegaron momentos de alegría inmensa y también de tremenda tristeza.
Tuvimos instantes donde primaron sonrisas de felicidad y otros sellados por lágrimas de dolor.
Disfrutamos y sufrimos.
Debemos atrevernos a encontrar el nuevo año dentro de nosotros, sí.. dentro nuestro, porque es allí donde esta ¡!!!!!Muchos podrán decir ¿Cómo?, ¿De que manera?, es imposible!!!!!!!!...
Entonces le propongo lo siguiente:
Pongámonos nuestra mejor ropa, mirémonos al espejo porque allí está el principal de los invitados de esa noche...usted mismo.
Invitemos ahora al recuerdo más lindo de la infancia, busquemos en ese cajón olvidado la carpetita que nos tejió la abuela, aquellas figuritas del álbum con brillantina, la revista de historietas que quedó por ahí...
Luego invitemos al recuerdo de ese amigo, hijo, padre ó hermano imborrable, la foto que nos sacamos juntos, la carta que alguna vez nos escribió, ese regalo que nos hizo, las salidas a los bailes del 31 después de saludarnos en la familia...
Invitemos también al recuerdo de los familiares que ya no están, aquellos con los cuales compartíamos esas largas mesas fiesteras, que a la hora de descorchar las botellas nos tapamos para que no nos caiga encima el corcho y escuchar el grito de todos “¡será el próximo en casarse!!!!!”...
Y por último invitemos al “espíritu de la alegría”, ese deseo de paz y amor y prosperidad que todos llevamos dentro, para que cuando lleguen las 12 abracemos fuerte esos recuerdos, demos un beso a la ausencia y como dijo Arjona “ realmente no estoy tan solo, quien te dijo que te fuiste?, si cargaste con el cuerpo , pero no con el recuerdo”.
Por ello a quienes este fin de año sentirán la soledad y la tristeza, les propongo cargarnos de recuerdos, y tal vez si se animan... sólo tal vez... sonreir sobre ellos...
Y desde hoy no se olviden que yo también estaré en su recuerdo con este mensaje y Uds. en el mío... ya somos dos... entonces ya no estamos solos.
¡Feliz Año 2010 y que Dios nos bendiga!!!!!!!!!!!!!!.

Año Nuevo

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miércoles, 9 de septiembre de 2009

I N V I T A C I Ó N



Estimado Pastor y hermano en Cristo:
El “Centro de Teoterapia”, ubicado en callle 18 de Septiembre esquina Antonio Encina, celebrando el mes de la Biblia, tiene el agrado de invitar a su congregación a participar en la actividad : “¿CUANTO SABEMOS DE LA BIBLIA?”
Queremos en seguida aclarar, que el único fin de esta actividad es motivar a la hermandad a mejorar su conocimiento de la Palabra de Dios, incentivándole a leer y estudiar en forma más intensa, y participar en esta actividad: “¿CUÁNTO SABEMOS DE LA BIBLIA?”
La actividad no es competitiva, aunque si premiaremos a los mejores conocedores de la Palabra de Dios.
¿Cómo se participa?
1.- Hay que formar un equipo de cinco hermanos, sin diferencia de sexo o edad (Los pastores y pastoras no participan).
2.- Hay que ponerle nombre a ese equipo (por ejemplo “los valientes de David” ó los “heraldos del rey”, etc.
3.- Hay que elegir un delegado(a) para que asista a las reuniones de cordinación y para que los represente ante el jurado.
4.- Hay que inscribir al equipo hasta el 21 de Septiembnre.
5.- Hay que asistir todos a la reunión de programación el 22 de septiembre a las 20.30 Hrs. en el Centro de Teoterapia.
6.- Cada equipo cancelará una cuota de $ 3.000 los que serán usados totalmente en los premios para los ganadores (Primero, segundo y tercer lugar).
7.- Cada equipo puede asistir a participar con la “barra que quiera”. Si lo desea puede ir con todos los miembros de su congregación.
Desarrollo de la actividad:
1.- Esta actividad se desarrollará los miércoles y viernes a las 20.30 hrs. en el local del Centro de Teoterapia, a partir del miércoles 23 de septiembre. y finalizará el viernes 30 de Octubre. Los premios se entregarán el 31 de Octubre, día nacional de la Iglesia evangélica.
2.- ¿Cuánto sabemos de la Biblia? Se divide en dos “ruedas”.
La primera “rueda” es con preguntas entregadas. A cada equipo se le entegarán 600 preguntas. Y deben saber las respuestas de todas. Se les preguntará a cada uno de los miembros del equipo cinco preguntas por cada encuentro.
La segunda rueda es sin entregar las preguntas. Estas serán al azar.
3.- Habrán tres miembros del jurado, que calificarán la respuesta corecta con cierto puntaje.
4.- En caso de empate entre dos equipos, éstos realizarán un “cara a cara”, preguntándose mutuamente y perdiendo el primero que no sepa contestar correctamente.
5.- La premiación máxima para el mejor de todos los equipos es un viaje a Pica por dos días con gastos pagados.
Otros factores en cuanto al desarrollo de la actividad y disciplina de los participantes, se tratarán en reunión con los delegados.
Toda pregunta, duda, participación ó sugerencia, por favor hacerla al teléfono móvil Nº 09-5189064 ó al correo: doulozent@hotmail.com
Esperamos pastor que la presente invitación tenga muy buena acogida, que su iglesia pueda presentar varios equipos (pueden participar los que quieran) y que Usted sea un motivador para que todos mejoremos nuestro conocimiento bíblico, se despide muy atentamente de Usted.
POR EL CENTRO DE TEOTERAPIA:
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NELSON ZENTENO CH.
PASTOR.
ARICA, 07 DE SEPTIEMBRE DEL 2009.

jueves, 21 de mayo de 2009

Principio de dolores...



Hace más de 2.000 años, en un monte de las afueras de la antigua ciudad de Jerusalén, tiene lugar una plática considerada por muchos como la más profunda y detallada de su género. Allí, un pequeño grupo de buscadores de la verdad se reúne en torno a su Maestro, un carpintero convertido en predicador y conocido sencillamente como Jesús de Nazaret. La pregunta que le formulan motiva una respuesta que abarca dos milenios y se centra en la época en que hoy vivimos: Aunque muchas de estas señales han plagado a la humanidad a través de los siglos, es evidente que la severidad y frecuencia de éstas se ha incrementado en tiempos recientes.
Y estando Él sentado en el monte de los olivos se le acercaron los discípulos aparte diciendo: Dinos cuando serán estas cosas y que señales habrá de tu venida y del fin del tiempo …
Respondiendo Jesús, les dijo: Mateo 24:4-7 Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Oiréis de guerras y rumores de guerras : Aunque la humanidad siempre ha sido víctima del flagelo de la guerra, ningún otro período de la Historia ha conocido una escalada bélica como la acaecida durante el siglo XX. La Cruz Roja Internacional estima que más de 100 millones de personas han perecido desde el comienzo de ese siglo a causa de las guerras. Comenzamos el siglo XXI con la guerra a “El potencial destructivo del Terrorismo”, “armas modernas” y la posible fabricación de armas biológicas, continuando con la Guerra en Irak y escala masiva de los conflictos que conducen a una etapa peligrosa, única, y sin precedentes en la historia. alrededor del mundo.
Se levantará nación contra nación, y reino contra reino … El mundo esperaba que la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 marcara no sólo el fin de la Guerra Fría entre las superpotencias, sino también el inicio de una era de paz mundial. Desgraciadamente eso no ha sucedido. La palabra empleada en el texto original griego y que se tradujo como nación al castellano es etnos, cuya traducción más precisa sería raza o tribu. Dicho de otro modo, Jesús vaticinó que los grupos étnicos se levantarían unos contra otros. En años recientes este augurio se ha cumplido con trágicas consecuencias. El historiador Arthur Schlesinger, quien se hizo acreedor al premio Pulitzer, advierte: «Si el siglo XX ha sido el de las guerras ideológicas, el XXI será el de las luchas étnicas»
Y habrá hambres... ¿Se agrava el hambre en nuestra época? El Banco Mundial señaló en septiembre de 1996 que más de 800 millones de personas sufren días de inanición y que un número de niños superior a los 500 millones reciben insuficiente alimentación para sobrevivir, muriendo de hambre en pleno desarrollo físico e intelectual. Según Ismail Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial, «cada día se producen unas 40.000 muertes relacionadas con el hambre, sobre todo en zonas rurales». La Organización Mundial de Salud estima que una tercera parte del mundo está bien alimentada, otra tercera parte está mal alimentada y la tercera parte restante se está muriendo de hambre.
Y habrá pestes... Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 6.000 personas contraen cada día el virus VIH en el mundo, y la pandemia va en aumento. En los últimos años los médicos advierten sobre el resurgimiento de cepas bacterianas que podrían resultar más mortales que el sida. Dolencias que se consideraban vencidas, como la tuberculosis, la pulmonía, la meningitis y las estafilococias, están volviéndose incontenibles. Bacterias comunes que producen desde infecciones auditivas en niños de dos años hasta neumonía podrían transformarse en supermicrobios resistentes a la vancomicina y otros medicamentos..
Y habrá terremotos en diferentes lugares ...El dramático incremento de terremotos severos ha llevado a muchos científicos a concluir que estamos entrando en un nuevo período de gran actividad y disturbios sísmicos. El profeta Isaías predijo igualmente monstruosos terremotos para los últimos tiempos: «Temblarán los cimientos de la Tierra. En gran manera será la Tierra conmovida. Temblará la Tierra como un ebrio, y será removida como una choza [...] el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.» Isaías 24:18-20; 30:25. Pakistán, 8 de Octubre, 2005 El terremoto en el Norte de Pakistán fue el más severo en los últimos 120 años, matando a más de 70.000 personas.
Entonces habrá señales en los cielos, en el sol, en la luna y estrellas … y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Lucas 21:25.
Época de Huracanes 2005, tsunami del 2004, el peor y más devastador. Una temporada de huracanes catastróficos en la memoria para el libro de records mundiales. La más intensa en la historia de la EEUU. Mas 300.000 muertos. La tormentas de 2005 costaron a los EEUU un estimado de $150 billones en daños. Huracán Katrina: Ha sido el peor y más caro de todos los desastres naturales en los EEUU. Huracán Rita: Afectó aún más a Louisiana. Huracán Wilma: El más intenso que ha habido en el Atlántico. Nunca han habido tantos huracanes en una estación, en un período de 15 meses 8 de ellos tocaron la Florida.
Jesucristo dijo: “Y todo esto será principio de dolores… Mirad que no os turbéis por que es necesario que todo esto acontezca; pero aun no es el fin.” “Velad pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor...Por tanto, estad preparados; porque el hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo:24 ).

domingo, 12 de abril de 2009

La Fe en Cristo Resucitado

La ejecución en una cruz puso en entredicho todas las pretensiones de Jesús. La cruz parecía dejar las cosas claras: Jesús había sido un hombre bueno y justo quizás, pero un hombre iluso totalmente equivocado. Si de verdad Jesús tenía razón al anunciar un mensaje de salvación a los hombres, al garantizar el perdón a los pecadores y al invocar a Dios como Padre, solo Dios lo podía decir. Si en Jesús se encerraba algo único, solo Dios lo podía confirmar. Y lo ha hecho resucitando a Jesús de la muerte.
La resurrección de Jesús es la mejor noticia que podíamos recibir los hombres. Es la resurrección de Jesús la que sostiene y da sentido a nuestra fe. “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe_ Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres. Pero no, ¡Cristo resucitó de entre los muertos!” (1 Co 15, 14-20).
La resurrección de Jesús ha sido el acontecimiento decisivo para la fe cristiana. A partir de la resurrección, los cristianos creemos en Dios con una luz nueva, vivimos nuestra fe en Jesús con una profundidad nueva, comprendemos nuestra existencia y nos enfrentamos a ella con una esperanza nueva. Vamos a tratar de comprender un poco la novedad que nos aporta la resurrección de Jesucristo.
A partir de la resurrección de Jesús, los creyentes podemos creer en Dios con una luz nueva. Si Dios ha resucitado a Jesús, quiere decir que Dios es fiel a sus promesas. Dios es incapaz de abandonar en la muerte al que le invoca con fe, como Padre. Si Dios ha resucitado a Jesús, quiere decir que Dios no abandonará a los hombres, no defraudará nunca la esperanza que los hombres pongan en El, no permitirá jamás el fracaso final de aquellos que le invoquen como Padre. En Cristo resucitado, Dios se nos descubre como un Padre fiel a sus promesas de salvar al hombre, un Padre dispuesto a salvar al hombre por encima de la muerte.
En Cristo resucitado descubrimos que Dios es capaz de resucitar lo muerto. Dios no es solamente el Creador. Dios es un Padre, lleno de amor y de vida, capaz de superar el poder destructor de la muerte y dar vida a lo que ha quedado muerto (Ef 1, 18-20).
Se entiende la fe de los primeros creyentes que mantienen su esperanza en medio de esta vida en que todo camina, de alguna manera, hacia la muerte. “No pongamos nuestra confianza en nosotros mismos sino en Dios que resucita a los muertos” (2 Co 1, 9).
Si Dios ha resucitado a Jesús, quiere decir que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Dios no quiere la muerte sino la vida de los hombres. Al resucitar a Jesús, Dios se nos descubre como Alguien que no permitirá que una vida humana vivida en el amor termine en el fracaso de la muerte. Dios es el futuro que le espera al hombre que sabe amar.
Los primeros cristianos han vivido convencidos de que Dios no permitirá jamás que un hombre que ha vivido como Jesús, desde el amor y para el amor, entregado al Padre y a los hermanos, termine su vida en la muerte. Así escribe uno de ellos: “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos” (1 Jn 3,14)
Al resucitar a Jesús, Dios se nos descubre como Alguien que no está de acuerdo con nuestra existencia actual, llena de sufrimientos y dolor, y destinada fatalmente a una muerte que rompe todos nuestros logros y proyectos.
Todavía más. En Cristo resucitado. Dios se nos descubre como Alguien que no está conforme con un mundo injusto en el que los hombres somos capaces de crucificar al mejor hombre que ha pisado nuestra tierra. Al resucitar a Jesús, Dios nos descubre su reacción y su protesta final ante un mundo de injusticia y de violación de la dignidad humana. Así predicarán los primeros creyentes: “Vosotros lo matásteis, pero Dios lo resucitó” (Hch 2, 23-24).
En la resurrección descubrimos los cristianos que Jesús es nuestro único Salvador. El único que nos puede llevar a la liberación y a la vida. “No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos” (Hch 4, 12).
El mensaje de Jesús tiene un valor muy distinto al que puedan tener los mensajes de otros profetas. La actuación salvadora de Jesús tiene un valor muy distinto al que pueden tener las de otros liberadores. Dios no ha resucitado a cualquier profeta o a cualquier liberador. Dios ha resucitado a Jesús de Nazaret.
En la resurrección de Cristo hemos descubierto que nuestra vida tiene salida. Hay un mensaje, hay un estilo de vivir, hay una manera de morir, hay Alguien que nos puede llevar hasta la vida eterna: Jesucristo. “A éste le ha exaltado Dios con su derecha como jefe y Salvador” (Hch 5, 31).
La resurrección nos ha descubierto que la muerte de Jesús no ha sido una muerte cualquiera. Su muerte ha sido el paso a la vida de Dios. La resurrección nos ha descubierto que Jesús no era un hombre cualquiera. Dios, realmente es su Padre. Un Padre del que Jesús recibe toda su vida. Por eso, Jesús no ha quedado abandonado en la muerte.
A partir de la resurrección, los cristianos creemos en Jesús, el Hijo de Dios vivo, lleno de fuerza y creatividad, que vive ahora junto al Padre, intercediendo por los hombres e impulsando la vida hacia su último destino (Hb 7, 25; Rm 8, 34).
Si Jesús ha resucitado no es para vivir lejos de los hombres. El Resucitado está presente en medio de los suyos. “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20).
Los cristianos creemos que Cristo vive en medio de nosotros. No estamos huérfanos. Cuando nos reunimos dos o tres en su nombre, allí está El (Mt 18, 20). La Iglesia no es una organización solitaria, una comunidad que camina sola por la historia. Es el “cuerpo de Cristo” resucitado. Es Cristo resucitado el que anima, vivifica y llena con su espíritu y su fuerza a la comunidad creyente (Ef 4, 10-12).

domingo, 22 de febrero de 2009

¿Crisis?...¿dónde, cuándo, cómo?



Albert Einstein decía: “sólo la imaginación es más importante que el conocimiento en los momentos de crisis”. Busqué en mi diccionario Anaya la palabra “imaginar” y decía: “representar mentalmente una cosa y creerla en la imaginación.”
Que definición más cercana a la fe, ya que ésta “es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve” ó además, “creer en las cosas que no son, como si fuesen”.
Para nadie es un secreto que la palabra más escuchada en este tiempo es “crisis”. Constantemente los medios nos bombardean con la crisis financiera, alimenticia, inmobiliaria, ambiental y los comentarios pesimistas de los “expertos” en economía.
Unos opinan: “La economía va a empeorar. Los consumidores más cautos restringieron sus gastos. Los bancos y otras instituciones financieras sufrirán más pérdidas. Pero todos ellos son síntomas reales de la recesión, lo que atemoriza no es un hecho en particular, sino la perspectiva de que las cosas se están descontrolando. El pánico es el enemigo. Antes, las crisis se originaban por escasez y desastres naturales. Hoy son producto de la abundancia.El sistema capitalista ha producido enormes avances en el desarrollo. En un par de siglos crece la riqueza material a una velocidad inconcebible antes en la historia de la humanidad. Sin embargo, la consecuencia no ha sido una regulación planificada racional, dirigida y administrada por la sociedad. El sistema capitalista se organiza en función de la ganancia. Las relaciones entre los hombres se producen a través de ese ente avasallador y dominante que es el mercado, inconmovible ante las preocupaciones y las angustias de los seres humanos”. "Esta crisis dejará numerosas víctimas. El sistema de evaluación de riesgos actualmente en vigor será particularmente afectado", etc.,etc.,etc.
El asunto es que la crisis no termina allí, sino que trasciende y afecta en los hogares y entonces tenemos crisis en las familias, divorcios, familias disfuncionales, rebelión de los hijos, infidelidades, adicciones, “0” confianza en el futuro (delincuencia) y otros problemas.
Paseando por la historia me encuentro que ha habido muchas épocas de crisis y leyendo la Biblia, también. Abraham vivió tiempos de crisis, igual José en Egipto con el sueño del faraón de siete vacas gordas y siete vacas flacas. Elías también vivió tiempos de hambre y sequía. Eliseo y muchos reyes más, pero ninguno de ellos tuvieron temor. Ellos confiaron en Dios.
Las crisis producen temor, miedo, ansiedad y desesperación, pero con el amor de Dios, “no hay temor, porque el perfecto amor, echa fuera el temor”.
Es probable que tú estés atravesando una crisis hoy, estés lleno de susto pensando como salir del problema o pensando tal vez ¿cómo me metí en este asunto y me endeudé demasiado? De seguro sientes que tus acreedores han ordenado tu muerte y quisieras retroceder tu vida para no pasar por lo que estás pasando. No debemos escuchar voces de miedo, sino llenarnos de fe y confiar en Dios.
¿Sabes lo que el miedo y la fe tienen en común? Un futuro que no ha llegado. El miedo cree en un futuro negativo. La fe cree en un futuro positivo. Ambos creen en algo que todavía no ha sucedido. Por tanto te pregunto: ¿por qué no elegir a creer en un futuro positivo? ¿por qué dejar que el miedo sabotee tu alegría y el éxito?
Creo que durante estos tiempos difíciles tenemos que elegir entre dos caminos. El camino positivo o el camino negativo. Le anticipo que nuestra vida no puede estar en dos caminos al mismo tiempo, así que tenemos que hacer una elección y esta elección determina nuestra convicción sobre el futuro, la actitud y las acciones que llevamos a la actualidad. Mi elección va a determinar mi futuro. La voz que estoy escuchando me puede llevar al fracaso o al éxito.
Entre las cosas que marcaron mi actitud para enfrentar la vida, una de ellas data del 1966. Apenas con 15 años, internado en un liceo de Iquique, mi único permiso de salida era el domingo en la tarde para asistir al cine Coliseo o Nacional eran mis preferidos. Fue entonces cuando exhibieron la película “Grand Prix”.
A pesar de que el protagonista era James Garner, Ives Montand se convirtió en mi héroe. Con su actitud paternal, (era el más viejo de los corredores), siempre había sido el campeón. Fue en un momento de crisis: su vehículo había arrollado a personas del público, el futuro con su amante era incierto, los competidores más jóvenes ansiaban destronarlo de su campeonato, una esposa lo agredió porque arrolló y mató a su esposo en su propia casa, cuando lo entrevistan y preguntan: ¿Cuál es el secreto de ganar siempre las carreras y haberse mantenido tanto tiempo como el campeón? Su respuesta marcó mi actitud diaria para siempre:
“Cuando estamos en plena competencia, cuando el fragor de la carrera está al máximo, cuando los nervios están al límite, entonces siempre ocurre un accidente. Alguien choca, alguien vuelca, alguien muere. Entonces asoman las banderas de precaución y todos disminuyen su velocidad por temor al peligro. La pista puede estar obstruida. Es entonces cuando acelero más, al máximo”. No me pida que recuerde con exactitud las palabras, ni exactamente los hechos. Han pasado ya cuarenta y cuatro años, pero en medio de todas las dificultades de mi vida, en medio de todas las crisis que me ha puesto el destino, es cuando más “acelero”, más le pongo empeño, más trabajo, más me esfuerzo, y salgo adelante.
Debemos tener una actitud optimista, concentrarnos en lo que estamos haciendo, hacerlo cada vez mejor y no escuchar voces alarmistas y pesimistas que piensan que a Dios se le perdió el control del mundo o que cualquiera puede meterle “goles de media cancha”
Para terminar, quiero ilustrarlo con una historia: Un hombre que vivía a la orilla del camino, vendía perros calientes. No había radio, ni televisión, ni periódico, no sabía nada de Internet; pero hacía y vendía muy buenos perros calientes. Sólo se preocupaba por la prosperidad de su negocio y colocaba cartelones de propaganda por varios metros del camino. Ofrecía sus productos en voz alta y el pueblo le compraba. Las ventas fueron aumentando y por eso empezó a comprar el mejor pan y las mejores salchichas. También le fue necesario comprar un carrito más grande para atender a la creciente clientela, porque el negocio prosperaba. Sus perros calientes eran los mejores de toda la región. Venciendo la situación económica pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar “economía” en una universidad del país.
Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que el papá continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él: “papá, usted no escucha radio, usted no ve televisión, usted no lee los periódicos, usted ni sabe Internet. Hay una crisis en el mundo y la situación de Chile es crítica. El que no haga algo y sepa ahorrar, va a quebrar”. Después de escuchar asustado las consideraciones de su hijo profesional, el padre pensó:
“Si mi hijo es economista, lee los periódicos, escucha radio, ve televisión, sabe Internet, entonces sólo puede tener razón…”
Con miedo de la crisis, el viejo buscó el pan más barato (el más malo)y comenzó a comprar las salchichas más baratas (las peores) y para economizar, dejó de hacer sus cartelones de propaganda.
Deprimido por la noticia de la crisis, ya no ofrecía sus productos en voz alta. Tomadas todas estas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insostenibles, hasta que el negocio de perros calientes del viejo que antes generaba recursos hasta para que el hijo estudiara “economía”, quebró.
Entonces el padre muy triste, se dirigió a su hijo con estas palabras: “Hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis, bendita sea la hora en que te envié a estudiar economía. Si no hubiera sido por ti, quien sabe que hubiera pasado”…
Puedes ver que nuestras elecciones determinan nuestro destino, este hombre decidió comportarse con un espíritu recesivo, conformista y perdió. En temporadas de crisis no hay que dejarse vencer por el miedo, sino ser creativos. No llenes tu mente de pensamientos negativos, no te autolimites, no caigas en el pánico, llénate de fe y esperanza.
“Si piensas que tus problemas tienen solución, estás en lo cierto; pero si piensas que no tienen solución, también lo estás”.
Hoy es el mejor día para desarrollar tu imaginación y creatividad ante la crisis. Comienza a ver y escuchar oportunidades. Dios tiene cosas grandes para ti, pero eres tú quien elige seguir en el desierto o entrar en la tierra prometida.


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domingo, 15 de febrero de 2009

Los sordos también oyen.


Los buses rugen en la ciudad, echando su mugre por el aire. Los vendedores llaman a los caminantes, garantizando el mejor precio. Un avión vuela arriba, rayando el cielo con una pincelada de tiza blanca, con silbido remoto pero audible. El pito del carabinero rompe toda distracción, mientras señala que todos paren o caminen, según su discreción. Parlantes de alta potencia sacuden las paredes de un hogar que parece discoteca y la sirena de una ambulancia deja recuerdo audible de que en este mundo algunos disfrutan mientras otros sufren. El bombardeo de sonidos a veces nos cansa y anhelamos una caminata larga en un bosque, una orilla de playa o en un parque. Pero, ¿cuál es la alternativa? Creo que confrontados con la facultad de oír o ser sordo, todos escogeremos el poder oír.
Todos los sentidos que Dios ha creado forman parte de un hermoso conjunto de habilidades para que el hombre exprese lo mejor de su humanidad y su lugar como mayordomo de Dios en este mundo. En cuanto al oído, parece que Dios le había dado a Adán en forma audible sus primeros mandamientos. Y sin duda lo primero que Eva oyó en este mundo fue la exclamación de sorpresa y alegría de su marido, ¡ya no cargado de sueño al verla!
Con el oído Adán oyó la voz de Dios, entregándole su misión emocionante como mayordomo del Creador de este mundo. Con el oído Eva escuchó a Adán relatarle como nombró los animales, y como no había encontrado ninguna pareja entre ellos. Con el oído Eva podía escuchar el susurro de su marido: “te amo”.
Pero fue con el oído que Eva también escuchó palabras engañosas emitidas por la lengua partida de la serpiente. Fue por el oído que Adán escuchó el consejo erróneo de su esposa y comió el fruto prohibido. Y fue con el oído que tanto Adán y Eva oyeron con terror las maldiciones de Dios sobre ellos y su expulsión del huerto del edén para siempre. Desde ese día ha existido un defecto en nuestro órgano de oído…no tanto en el sentido físico, sino en conexión con el corazón. Las palabras de Dios siguen siendo emitidas. Dios no ha dejado este mundo desprovisto de su palabra. Y las palabras de cariño, amor y apoyo siguen siendo habladas entre los hombres. Pero nuestro corazón perverso y engañoso ahora tuerce las palabras de Dios y de hombre, a veces rechazando del todo cada una, a veces haciendo burla de ellas.
En el Antiguo testamento, Dios denuncia la “sordera” de Israel, no que no podían oír sonidos y palabras, sino que no oían ni escuchaban la voz de sus profetas. Ya que no querían escuchar la voz de Dios, Dios les quitaría la facultad de oírle y como castigo promete hablarles en otro idioma que no entenderían. (el idioma del opresor ¡Asiria! Ver Isaías 28:11-13).
Jesús, años mas tarde, repite la misma denuncia contra aquellos que lo tenían al frente, le podían oír todos los días, pero torcían y rechazaban lo que decía. Dijo que sus parábolas servirían tanto para crear fe, como para endurecer: “Para que viendo no vean y oyendo no oigan” (Mateo 13:13)
En este contexto encontramos en dos ocasiones que le traen a Jesús personas que el demonio había hecho sordas. ¡Qué casualidad! Precisamente cuando el hijo de Dios camina la tierra anunciando libertad a los que están bajo el dominio del maligno, Satanás bloquea la facultad de oír. ¿podría lograr sus planes malévolos para estas personas? ¿podría mantenerlas atrapadas el tiempo suficiente para que nunca oyeran el evangelio? Parecía que sí. ¿Quién podía sanar un sordo? Nadie había hecho eso. La causa parecía estar perdida. Los propios discípulos de Jesús, quienes habían expulsado demonios y quienes habían hecho proezas para su maestro, no pudieron con este caso.
Pero, el que creó las facultades del hombre, ¿no podrá liberarlas? El que creó el oído, ¿no podrá abrirlo? Dios había profetizado por medio del profeta: “En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel” (Isaías 29:18-19)
La sanidad de los sordos era mucho más que otro milagro. La sanidad de los sordos señalaba en forma pujante que Jesús había invadido este mundo para hacer oír su voz. Su palabra tendría el poder de penetrar la condición más imposible del corazón humano y de cambiarla.
¿Qué es la sordera moderna? Me pregunto si el deseo de estar siempre bombardeado por ruido, música, la televisión, etc.¿no será una forma de huir de la voz de Dios y de la voz de nuestra conciencia? Muchas personas aborrecen el silencio. ¿Cuál miedo nos agobia que huimos de contemplar la palabra de Dios en silencio? Creo que un análisis de nuestra sociedad encontraría en muchas personas el deseo consiente de ser “sordas”. De allí la creación del bombardeo bullicioso de los medios masivos.
Pero creo que encontramos otra sordera entre los mismos cristianos, que debe ser “sanada” con urgencia. Urge un exorcismo del demonio de la sordera entre los que se llaman “hijos de Dios” y la prueba de ello es que “oyen” muchas palabras bíblicas , pero no son “hacedores” de la Palabra. Jesús dijo que sus discípulos son aquellos que oyen y siguen. Santiago nos insta a ser no sólo “oidores” sino hacedores de la palabra de Dios. La Biblia conoce muy bien la sordera espiritual que practicaban los fariseos. Los datos que yo tengo y los sondeos que he hecho, demuestran que no existe casi ninguna diferencia entre cristianos y no cristianos en las siguientes áreas: la mentira, el chisme, la fornicación entre adolescentes, el uso de la pornografía y el engaño al conyugue. Quiere decir que nuestras iglesias están llenas, pero llenas de sordos.
Pero el problema se agrava más, entre más lo examinamos. El problema de sordera espiritual no es problema que emana de las bancas, sino de los mismos púlpitos. En muchas religiones, sectas, denominaciones o como usted las llame, se han descubierto liderazgos mentirosos, divisionistas, fornicarios, orgullosos, ladrones y engañadores. Esta sordera espiritual ha contribuido en forma poderosa para castrar al pueblo de Dios de su fuerza hoy, a tal grado que hoy muchos se ríen de nuestro mensaje, como si fuéramos unos sordomudos intentando decir algo inteligente sin la capacidad de hacerlo. Somos irrelevantes, casi chistosos o bien patéticos engañando a nadie sino a nosotros mismos.
Ni los payasos toman en serio sus juegos sino que se ríen, pero esta clase de “cristinos”, perdón, cristianos parecen disfrutar este pasatiempo de “payaso religioso”, denunciando con toda seriedad en un lugar lo que salen a disfrutar corriendo al día siguiente. A raíz de esto muchas iglesias se han rendido y sus cultos colaboran para crear más sordera espiritual con una atmósfera más de discoteca que otra cosa y la ausencia casi en absoluto de alguna presentación seria de la Biblia. Ahora, con “la super gracia de Dios” ya no existe el dilema de tratar de cambiar nuestras vidas, sino podemos entregarnos a las pasiones de la carne asegurados que no contaminan el alma.
Sólo un exorcismo pudo librar al sordo atrapado por el poder de Satanás. Tal vez nuestra condición es peor de lo que nos imaginábamos. Los consejos amables con palmaditas en la espalda no lograrán ese exorcismo. Sólo una palabra autoritativa del Maestro lo puede hacer. Esa palabra tiene que oírse primero en nuestro corazón, arrancando la sordera de lo profundo de nuestra alma, quebrantando toda rebeldía. Sólo entonces podremos afirmar: “Los sordos también oyen”.