Depresión, depresión...te has vuelto una canción.

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La Depresión es uno de los mayores problemas emocionales hoy día, y es también causa de que miles de personas mueran diariamente.
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Escrito por Nelson Zenteno
“Todo se derrumbó... dentro de mí , dentro de mí” dice una buena canción de mi tiempo. Cuando todo marchaba muy bien , algo o alguien gatilló el derrumbe y ahora estamos con una recomendación de reposo absoluto, algunos medicamentos y la triste realidad del diagnóstico: La “depre” nos ha atrapado. Hay que liberarse de ella rápidamente, pero ¿Cómo?... si aún no entiendo ni las palabras con que llamaron a mi depresión. Es igual a las familias grandes: muchos nombres, pero un sólo apellido: Anhedonia (el placer perdido), trastorno ciclotímico (ánimo cambiante), trastorno bipolar (más severo), ciclo letárgico (parálisis de la voluntad), trastorno distímico (melancolía excesiva y llanto sin causa) , distorsiones cognitivas (manera errada de evaluar los hechos descalificando lo positivo), hipocondría (temor excesivo a enfermarse), trastorno paranoide de la personalidad (desconfía hasta de su sombra), etc, etc. Cuando los estudios de Institutos de terapia cognitiva dicen que ciento veinte y siete millones de personas en el mundo sufren depresión casi severa y que en medicamentos, hospitalizaciones y ausencias laborales se gasta sólo en E.E.U.U. once mil millones de dólares , imposible no reconocer la importancia del problema. Por esto, en los últimos años, varios centros académicos de nuestra nación se han dedicado a investigar por qué la gente se deprime. La conclusión primordial, y que cambia todo el enfoque del problema, es la siguiente: Existe una estrecha relación entre las cogniciones (ideas, imágenes, creencias), las emociones y la conducta. La depresión es uno de los mayores problemas emocionales hoy día, y es también la causa de que miles de personas mueran diariamente. Los números aumentan cada día más, por tanto, tenemos que darle solución de manera urgente. Hay muchas preguntas que las personas se hacen acerca de la depresión, sus causas y como vencerla. A la luz de la Palabra, vamos a buscar una solución de parte de Dios y le pido al Señor Jesucristo que después de finalizar esta exposición simplificada, si Usted amigo lector, padece de esta condición, quede completamente libre de ella. 1º.- ¿Qué es la depresión? Es un sentimiento prolongado de tristeza, luto, desánimo, desesperanza, ansiedad, angustia y al mismo tiempo va acompañado de la incapacidad para sobreponerse a los problemas de la vida, debido a la falta de esperanza. La depresión tiene innumerables síntomas tantos físicos, mentales, emocionales y hasta sociales como por ejemplo: insomnio, pérdida del apetito, falta de energía, poca actividad sexual, enfermedades como soriasis, parkinson, problemas de tiroides, fuerte tendencia a tener pensamientos negativos, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, incapacidad para tomar decisiones, excesiva crítica a sí mismo, pensamientos de muerte y suicidio, autocompasión, baja autoestima, falta de esperanza, irritabilidad, llanto continuo sin razón aparente, temor o miedo a la muerte, ansiedad, preocupación, aislamiento, descuido de la apariencia física, rechazo hacia los demás, dependencias de alcohol, drogas, tabaco, fármacos.. .etc. Estos innumerables síntomas nos indican que algo está mal. Reconocemos en el síntoma el carácter de una señal que nos dice que debemos actuar. La señal por ejemplo, nos dice que tenemos una pierna fracturada, un apéndice infectado o un absceso en la raíz de la muela. El síntoma exige un diagnóstico y el diagnóstico un tratamiento. Hay muchas personas que viven sufriendo síntomas, pero no hacen nada al respecto. Se acostumbran a un dolor de muelas, un continuo dolor de cabeza o un dolor de espalda y llegan a pensar que eso es lo normal. Una de las cosas que nosotros como seres humanos siempre buscamos, es tener el control; ya que esto nos hace sentir seguros, protegidos y que estamos en zona confiable, pero cuando nos encontramos ante circunstancias o hechos que no podemos cambiar, nos sentimos perdidos y nos deprimimos. Hay personas que buscan diferentes medios para encontrar la solución al problema de la depresión. Corren al psicólogo, otros al psiquiatra, al brujo, al hechicero, al abogado, al doctor, a la gitana; y van a cuanto lugar se les ocurre. Pero, al no encontrar solución para su mal, se deprimen aún más y en ese momento de total desesperanza es que muchos optan por lo que creen su única salida, la muerte y el suicidio. Desafortunadamente, el ser humano acude a todos los lugares donde le ofrecen una solución temporal o aparente, menos a Dios , quien es el único que tiene la respuesta verdaderamente efectiva para solucionar aquellos problemas que están mas allá de nuestro control. Buscamos a Dios después de tratado todo sin obtener ningún resultado. ¿Qué hace usted cuando se le presentan situaciones en su vida, que están más allá de su control? Por ejemplo la muerte de un familiar, una enfermedad terminal, el inevitable divorcio con su pareja, sus hijos que están usando drogas, su hija que le da la noticia que dejará la educación media porque será mamá, la bancarrota financiera y los receptores tras uno siguiendo el embargo, el despido en el trabajo, un abuso sexual en su niñez o cualquier otro en su pasado y la inevitable vejez que no logró detenerla. ¿Qué dijo Jesús al respecto? ¿Cómo puede sacarnos de todo esto? El dijo: “Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero confíen, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). La palabra aflicción (thlipsis en griego), significa depresión, angustia, tensión, tribulación, adversidad, pena, tensión, opresión. O sea que Jesús dice “En el mundo, ustedes van a tener muchas angustias, presiones, penas, tribulaciones, adversidades, pero confíen que yo he vencido todo esto y estoy de parte de ustedes”. Empiece a confiar en Dios y cuando el médico le dice que tiene una enfermedad incurable, Jesús está diciendo: “confía que yo soy tu sanador”. Cuando el abogado le dice que la única solución es el divorcio, Jesús le dice “confía que yo soy el que restaurará a tu familia”. Cuando el brujo le dice que necesita un baño de ruda, Jesús le dice: “confía que yo soy el que te limpio con mi sangre”. Cuando en su hogar hay muchas cosas sueltas, fuera de su control, ya sean sus hijos, sus finanzas, o cualquier asunto, Jesús dice: “Confía que yo soy tu ayudador”. La Palabra dice: “Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7) y el propio Jesús dijo: “Echa sobre mi tu carga que yo la llevaré”. La ciencia médica reconoce que una causa de la depresión es el des-balance químico en el cerebro. Los estudios que se han realizado, revelan que las personas que acumulan pensamientos negativos, de odio, amargura, enojos, iras, deseos de venganza, pasiones desordenadas, orgullo, envidias, lascivias, idolatrías, hechicerías, enemistades, celos, contiendas, disensiones, herejías, orgías, etc. etc.; disminuyen y hasta eliminan de nuestro cerebro una sustancia llamada endorfina, que provoca sensaciones placenteras. También, se han hecho estudios que muestran que las personas que tienen pensamientos positivos todo el tiempo, gozan de muy buena salud. Lo que quiero decirle amigo, es que Usted no debe jugar con pensamientos negativos, porque ellos son pensamientos que traen muerte y enfermedad. No produzca usted mismo un desbalance químico en su cerebro y el resultado será la depresión. ¿Y en qué debemos pensar? la Palabra de Dios lo dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto piensen” (filipenses 4:8). Por lo tanto, cambie su manera de pensar y su actitud cambiará. Hasta ahora estamos de acuerdo... ¿No es cierto? Pero déjeme decirle que la causa principal de la depresión es caminar fuera de la voluntad de Dios. El pecado es una de las causas principales de la depresión, pero si aprendemos a lidiar con él en nuestra vida, la depresión desaparecerá. ¿Ha escuchado usted al salmista David?... “Nada hay sano en mi carne a causa de tu ira; porque mis maldades se acumulan sobre mi cabeza; como carga pesada me abruman. Hieden y supuran mis llagas a causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado, en gran manera, ando enlutado todo el día, porque mis lomos están llenos de ardor, nada hay sano en mi carne. Estoy debilitado y molido en gran manera: gimo a causa de la conmoción de mi corazón” (Salmo 38:3-8) Querido amigo, la descripción que hace David es justamente la de una persona deprimida por causa del pecado. Si enumeramos las razones de todas las desventuras en nuestra vida, encontraremos que la causa principal de nuestro mal es el vivir lejos de Dios. Tenemos que lidiar con nuestro problema desde la raíz para poder cortar muchas cosas malas que nos han ocurrido, incluyendo la depresión. Muchas personas pierden el tiempo lidiando con las ramas de sus problemas o enfermedades, cuando en realidad, la raíz de su problema es el pecado. Y ¿Qué es el pecado?... es transgredir las leyes que Dios ha establecido. Ninguna persona puede quedarse impune si viola una ley de Dios. Tan igual como opera la ley de la gravedad, Dios la ha establecido y la persona que la viola se mata. Hay personas que piensan que pueden seguir viviendo sus vidas como quieren, haciendo lo que les da la gana, violando las leyes de Dios constantemente; mienten, roban, adulteran, hacen fraude, son infieles a su cónyuge, no honran a sus padres ni honran a Dios; en fin, cometen todo tipo de transgresión, pensando que no van a sufrir ninguna consecuencia, más la palabra de Dios dice :”porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro”. No podría terminar sin prevenir acerca de la depresión en los adolescentes; pues una gran cantidad de ellos caen en suicidios y penosos comportamientos por causa de la depresión. ¿Cuál es la causa?... La causa de la depresión en los niños y adolescentes es la falta de amor por parte de sus padres. Cuando los padres están muy ocupados, no tienen tiempo para sus hijos, no les dan amor, no los afirman y no les dan seguridad ni protección, y como resultado de esto, los adolescentes se deprimen y algunos se suicidan. Muchos médicos, psiquiatras y psicólogos tratan de hacer lo mejor, a través de pastillas y tratamientos para sanar un espíritu y un alma que viven en un cuerpo y así aliviar su depresión. Tratan de darle solución y en realidad muchas veces agravan la situación, debido a que aplican una medicina humana para solucionar un problema espiritual, que sólo le concierne a Dios resolverlo. Cuando las presiones de la depresión se hacen insoportables resuelva confesar ante Dios (No ante otro hombre), reconozca ante Dios su desobediencia y reciba perdón y alivio. Este es un tratamiento de Teoterapia aplicado en su máxima intensidad.Centro de Teoterapia Normativa. foto Martes 20 de Noviembre 2007