jueves, 3 de abril de 2008

Homosexualidad

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"La homosexualidad es uno de los mayores componentes de la revolución moral. Los hombres y mujeres que se permiten prácticas homosexuales dan la cara al público , sin vergüenza, hoy en día".
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Escrito por Nelson Zenteno
Hoy están teniendo lugar cambios extraordinarios por lo que se refiere a la sexualidad humana. Este tema se trata de un modo abierto en todos los ámbitos, aún en la iglesia, de formas que habrían asombrado mucho a generaciones anteriores. Estoy seguro por ejemplo, que mi padre que fue policía uniformado por 27 años y que ahora descansa en paz, se habría asombrado mucho que en las filas de su amado “cuerpo de Carabineros” se descubrieron algunos “polis” del mismo sexo que se amaban locamente. Este tema era evitado en las conversaciones en sus días. Si se mencionaba era en forma velada. Pero los tiempos han cambiado y ahora oímos discusiones francas del mismo, entre hombres y mujeres, por la radio y la televisión. En realidad, la homosexualidad ha pasado a saber un asunto de importancia y las consecuencias que puede producir son tan peligrosas, que creo que es necesario hablar de ella. Más aún, creo que tengo la obligación de hacerlo como CRISTIANO y conocedor de la Palabra de Dios. La homosexualidad es uno de los mayores componentes de la revolución moral. Los hombres y mujeres que se permiten prácticas homosexuales dan la cara al público, sin vergüenza, hoy en día.-Se manifiestan abiertamente y exigen que su estilo de vida sea reconocido como una alternativa válida a la relación heterosexual. Están haciendo presión en la cámara, senado y tribunales para que se les conceda el derecho de no ser discriminados, luego casarse legítimamente, luego adoptar niños, etc. y... están ganado terreno. Sí, el número homosexuales declarados está aumentando y su presencia se hace sentir. Es hora por lo tanto de que los cristianos creyentes de Dios y conocedores de la Palabra de Dios hagan sentir también su voz y se encaren con este problema de modo realista y decidido. Por tanto, hablaré de modo claro sobre lo que la Biblia dice con respecto a este punto de la revolución moral. No me costaría encontrar muchos temas que tendrían mayor interés para mí, pero es necesario como Atalaya, dar la alarma, proclamar a gritos, aceptar una tarea desagradable y llamar a hombres y mujeres al arrepentimiento. Quiero recalcar que soy un maestro bíblico y no un psicólogo. Por lo tanto mi intención no es presentar una discusión técnica de las causas de la homosexualidad o de sus efectos en la sociedad. Lo que quiero decir sobre este tema es lo que las escrituras piensan del mismo y para ello voy a subrayar tres hechos básicos: No es natural, es pecaminosa y es curable. Al usar el término “homosexualidad” deseo que se entienda que estoy hablando específicamente de esta práctica sexual y que no me refiero a simples “manifestaciones afectuosas” o de amor entre miembros del mismo sexo. 1º.- La homosexualidad NO es natural: Cuando Dios creó a Adán y Eva, los hizo varón y hembra. Quiso además que tuvieran relaciones sexuales entre sí que se multiplicaran y poblaran la tierra. Según el orden instituido por Dios, no es normal ser atraído por un miembro del mismo sexo. De hecho, según la biblia, es una perversión. En Romanos capítulo 1, Pablo se refiere a esta práctica como “CONTRA NATURALEZA” Y “VERGONZOSA”. Nótese los comentarios que hace sobre prácticas homosexuales: Romanos 1:26-27— “Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en sus deseos lascivos, los unos hacia los otros, cometiendo hechos vergonzosos HOMBRE CON HOMBRES, y recibiendo en si mismos la retribución debida a su extravío”. Dios hizo al hombre y a la mujer con diferencias físicas y psicológicas. Lo hizo con un propósito. La relación única entre los dos sexos es parte del orden que estableció Dios para ellos. El juntarse un hombre con un hombre o una mujer con una mujer debe ser considerado como una tergiversación de lo que Dios quiere. Es contrario a su voluntad y por lo tanto no es natural. Hay que estar en guardia contra los que dicen que las prácticas homosexuales son normales. Hay que estar en guardia contra los que implican que la homosexualidad es una alternativa aceptable en la vida sexual. Es posible ser descarriado por estos puntos de vista. A pesar de lo que los proponentes de la homosexualidad puedan decir, ellos mismos saben que no es así. No importa cuánto intenten racionalizar su conducta; en su interior saben que es una aberración. La Homosexualidad es anormal. No es natural. Es una perversión y no se deje engañar cuando le digan lo contrario. Las Escrituras dicen bien claro que estas relaciones son contrarias al orden establecido por Dios para la raza humana. 2º.- La Homosexualidad es Pecaminosa. Comprendo que esta afirmación puede estar en directa contradicción con las opiniones de muchos en nuestros días, especialmente de aquellos que quieren proclamar que la homosexualidad es normal y aceptable y que no está en violación de la voluntad de Dios. Pero, esto no es lo que la biblia enseña. De hecho, nadie que haya estudiado las escrituras con una actitud abierta, puede dejar de admitir que para Dios la homosexualidad es una actividad pecaminosa. En el libro de Levíticos capítulo 18 versículo 22 dice: “No te echarás con varón como si fuera mujer; es abominación” Luego, los versículos 19 al 30 del mismo capítulo enumera una serie de desviaciones de carácter sexual, incluyendo la homosexualidad, todas las cuales son allí estrictamente prohibidas.- Dios declara que ésta práctica CONTAMINAN LA TIERRA (versículo 25). Otra lección la aprendemos de dos ángeles que visitaron la ciudad de Sodoma y se hospedaron en la casa de Lot. Se nos dice que “Antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo y llamaron a Lot y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron esta noche? Sácalos para que los conozcamos... (Génesis cap.19 vers.4 y 5 ). Lot sabía lo que querían estos hombres. Estaban buscando tener una relación homosexual con sus huéspedes.-Por tanto ,les dijo: “Les ruego hermanos míos que No hagan tal MALDAD” (Ver.7). De modo que lo que intentaban hacer es llamado pecaminoso en la palabra de Dios. El Nuevo Testamento condena también la homosexualidad. Romanos capítulo 1 al que me referí antes, indica claramente que esta forma de conducta es contra la ley moral de Dios. En 1º de Corintios Cap., 6 se mencionan 10 diferentes clases de pecados, incluye además la frase que los que practican tales cosas NO HEREDARAN EL REINO DE DIOS. En esa lista están incluidos los homosexuales. Podemos llegar a la conclusión de que la actividad homosexual tiene sobre sí el castigo divino. Esta perversión era tan abundante en Sodoma y Gomorra, que el término “sodomita” es sinónimo de homosexual y el juicio de Dios por fuego destruyó a las dos ciudades. Dios ve esta práctica como un pecado y debe actuar respecto a la misma según su Santa naturaleza. 3º.- La Homosexualidad es curable: La exposición hasta ahora ha sido deprimente. Pero estoy contento de decir una buena noticia: Hay esperanza para el homosexual. El individuo entrampado en esta práctica puede ser liberado. No tiene porqué vivir de esa manera. Puede ser victorioso y libre. Y esto es algo de que estar contento. El hecho de que aborrezcamos el pecado de la homosexualidad no significa que tengamos que despreciar al individuo que se halla entre sus garras. Más bien hemos de sentir compasión por él y lamentarlo. Está en el camino de una relación fútil y que sólo puede conducirle a la infelicidad. Muchas veces termina en la inevitable enfermedad y el suicidio. Es un callejón sin salida hacia la desilusión, la culpa permanente y la desesperación. El homosexual y la lesbiana pueden experimentar el perdón de Dios. Pueden también cambiar sus vidas SI REALMENTE LO DESEAN. Escribiendo a los cristianos de la ciudad de Corinto, el apóstol Pablo indica que algunos de los creyentes se habían envuelto en la homosexualidad. Pero habían sido librados de ella. Después de mencionar algunos de los pecados de esa iglesia, incluida la homosexualidad, sigue diciendo: “Y esto eran algunos, mas ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1º Corintios 6:11). Notemos cuidadosamente que en la lista de pecadores de los versículos 9 y 10 el apóstol incluye a los homosexuales y a los afeminados, pero en el versículo 11 dice claramente “esto eran algunos de Ustedes”. Evidentemente, cuando Pablo escribió esta carta a los Corintios, estas personas ya no eran homosexuales. HABÍAN SIDO LIBRADOS.-La victoria había sido posible. La homosexualidad es por lo tanto curable. ¿Quieres otro ejemplo?... Las escrituras nos presentan otra situación de creyentes librados de este pecado en la carta de Pablo a los Colosenses: “Hagan morir pues, en sus miembros lo terrenal: fornicación, impurezas, PASIONES DESORDENADAS, malos deseos y la avaricia, que es idolatría; a causa de las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. En las cuales también Ustedes anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas” (Colosenses 3:5-7). Pablo menciona “PASIONES DESORDENADAS”, es decir conducta homosexual. Algunos creyentes de Colosas habían sido culpables de estas prácticas. El apóstol dice en el versículo 7: “en las cuales anduvieron en otro tiempo”. Notemos que usa el tiempo pretérito, indicando por lo tanto que ya no viven en ellas. Los que antes habían andado en ellas ya no lo hacían. Amigos homosexuales, hombres y mujeres, estoy contento de poder decir que hay liberación de la homosexualidad. Es curable. Una persona que cede a sus deseos anormales, no tiene porqué hacerlo. Puede que haya una lucha, pueden que hayan dificultades, pueden que hayan incomprensiones; pero todo esto puede ser aplastado y la victoria está a tu alcance. La Biblia ofrece esperanza al homosexual. Puede ser librado. Pero antes de que la persona pueda recibir ayuda tiene que reconocer su pecado. Debe ser sincera en su deseo de ser librada y desear hacer lo recto. El punto de partida sin embargo, es la Salvación. Debes desear el nuevo nacimiento y recibir la nueva naturaleza de Dios. Debes andar día tras día con el Señor Jesús para sacar fuerzas de él y así hacer su voluntad. Sólo entonces podrás conseguir una vida triunfante, victoriosa y abundante. La palabra de Dios te dice: “DE MODO QUE SI ALGUNO ESTA EN CRISTO, NUEVA CRIATURA ES; LAS COSAS VIEJAS PASARON; HE AQUI, TODAS SON HECHAS NUEVAS” (2º Corintios 5:17). Centro de Teoterapia Normativa.FOTO: rig0

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