lunes, 17 de marzo de 2008

RICOS O POBRES .

“ ¿R I C O S O P O B R E S? “
(Teoterapia para Usted)

Semana Santa, fiesta de recogimiento para muchos cristianos, que de una ú otra manera recuerdan la vida, pasión, muerte y resurrección de nuestra señor Jesucristo.
Sin Cristo, vivimos una vida tan falsa. Algunas veces, cuando pienso en esto, recuerdo el algodón de azúcar que compré a mi hija varias veces, en las entretenciones del FISA.-
Claro que era bello verlo. Ese maravilloso algodón de azúcar, rosado, grande. “¡Ah papá!...¡Por favor papá ¡...¡ Cómprame uno papá!...y bueno, era lo primero que compraba en el FISA.
¿Pero han tratado ustedes de comer alguna vez algodón de azúcar?. Lo único que se le encuentra es un par de granos de azúcar. Es lo único que tiene. Parece grande y maravilloso. Hasta uno piensa ¿Cómo me voy a comer todo esto? Pero en dos minutos, todo se ha esfumado. Y lo único que uno ha comido es un par de granos de azúcar.
¿Saben Ustedes? La mayor parte de la vida sin Cristo es así. Nuestra vida es como el algodón de azúcar: vacía, inútil, insignificante, pobre.- Sin Cristo somos una real falsificación.
Semana Santa, buena semana para preguntar y cada uno responder a su propio corazón: ¿rico o pobre?...
Esto es tan personal, que solamente trataré de ayudar a que Usted mismo se responda.
¿Rico o pobre?...déjeme decirle que Ustedes pueden estar viviendo en un pequeño cuarto arrendado, no tener muebles, ni tener un peso en sus bolsillos; pero si Ustedes pueden levantar los ojos y saber que el Todopoderoso Dios de este universo es su Padre Celestial, entonces Ustedes tienen algo que no puede comprar todo el dinero ni oro del mundo.
¿Qué podría ser más emocionante que el saber que nos ha legado una inmensa herencia?...¿Qué riquezas en las cuales jamás soñamos están a nuestra disposición?. Estimado amigo, esa es precisamente la posición del que cree en Cristo.
Jesús, cuando partió, llamó a sus siervos les entregó sus bienes. Con esto quedamos en el centro de la esfera más elevada del servicio. El Señor nos encomendó sus más inapreciables posesiones. Tenemos el encargo de hacerlas producir lo más que podamos mientras dure la ausencia de El. Cuando El ascendió al Padre, luego de haber vencido al pecado y la muerte, recibió un nombre que es sobre todo nombre. Y su nombre fue lo que El nos dejó: “Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13,14).
¿Qué legado! Entonces Ustedes son ricos. Ustedes son hijos de El. De El que fue perfecto en la vida, triunfante en la muerte, glorioso en la resurrección, que vendrá con poder y gloria , y que ocupa una posición que está muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio. Todo eso se nos da a nosotros. Pensemos en eso de nuevo: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
Hablemos acerca del árbol familiar. Pensemos en el árbol de la familia espiritual que nos corresponde. El poderoso Dios del universo es nuestro Padre celestial. Jesucristo es nuestro hermano coheredero. Somos coherederos con El. Por lo tanto, somos ricos. Ya no somos pobres.
Y se nos ha dejado más en este legado.”La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”(Juan 14:27). Pensemos en esto. Su paz es nuestra. Esa paz es tan real como el aire que respiramos. No se desvaneció bajo la sombra de la cruz. Permaneció inalterable durante las tensiones más severas que se conocen en la historia. Esta paz que ha sido tentada y probada se nos ha legado: a Ustedes y a mí. Es la paz de que Pablo habló y dijo que sobrepasa a todo entendimiento. Esa paz es nuestra.
Estimados amigos:¿Han aceptado Ustedes ese legado?¿Están viviendo con la tranquilidad de tener esta conciente posición? ¿Es suya la paz de El?...Si Ustedes tienen esa paz y están disfrutándola?...Son Ricos. Ustedes no son pobres. Ustedes pueden tener un título de propiedad de este mundo y sin embargo, sin esa paz...Ustedes son pobres. Puede ser que Ustedes no tengan ni un peso, pero con esa paz en su mente, Ustedes son ricos. Si Ustedes se pueden acostar por las noches, sin necesidad de píldoras, mucha tele o copete; tan sólo con esa paz en la mente, son ricos.
Además El nos dejó su gozo. “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”(Juan 15:11). Pensemos en esto.”Mi gozo”, dice El. El secreto para que no falle el recurso de su gozo en nuestro corazón es la permanente presencia de El en nuestra vida. Con su presencia gozamos de este dulce santo amor, andamos en obediencia y en su perfecta voluntad, estamos dentro de la sonrisa de su aprobación y nos regocijamos con la conciencia de su presencia.-
¿Quieren Ustedes saber algo?...La felicidad es externa, está regida por las circunstancias. Tendremos felicidad sólo cuando lo que nos suceda, nos la garantice. Por otra parte, el gozo es personal. Se encuentra en la profundidad del alma, donde las circunstancias y las condiciones de los eventos no pueden perturbarlo.
¿Están Ustedes manteniendo una relación con Jesús, en que pese a las dificultades, las circunstancias, y las pruebas, el gozo de El llena la copa de Ustedes hasta rebozar?...¿Esa es parte de su herencia?. Si Ustedes tienen esa clase de gozo, son ricos. Sin ese gozo, ustedes son pobres. Si todo lo que ustedes tienen es sólo felicidad, entonces usted está siendo controlado por las circunstancias, y son pobres. Si Ustedes tienen gozo, el gozo de El, entonces son ricos.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”(Juan 14:2, 3).
Acercando a los suyos hacia El lo más que pudo, con una ternura insuperable, el Maestro les descubre el corazón. Les revela la provisión que ha hecho para los suyos en la casa de su Padre. El propio hogar celestial de El, sería convertido en el hogar de ellos. Esta es la cumbre de su previsión, la meta de su pensamiento a favor de sus hijos. “PARA QUE DONDE YO ESTOY, VOSOTROS TAMBIEN ESTEIS”.
Amigos míos...¿Tienen Ustedes esa esperanza para el futuro?. Si es así, entonces Ustedes son ricos. Ustedes pueden vivir hoy en la mansión más bella y grande, con sirvientes, piscina, vehículos y todo lo que el dinero puede comprar; sin embargo, sin la gloriosa esperanza de la vida después de la muerte, ustedes son pobres.
Por otra parte, aunque Ustedes vivan en un cuartucho, con muebles raídos y apolillados, si tienen la seguridad de esta gloriosa esperanza más allá de la tumba, entonces Ustedes son ricos. RICOS EN LAS COSA QUE EL DINERO NO PUEDE COMPRAR.

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