domingo, 28 de diciembre de 2008

2008 que se va y 2009 que nos enfrenta…”Pasemos al otro lado”



Los especialistas, destacan que a pesar de los esfuerzos de cada Gobierno de Estado por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, la crisis financiera mundial en el año 2009 impactará a cada nación."El 2009 será un año difícil para el Gobierno estatal y los municipios, por lo que tienen que ser estratégicos en la aplicación de los recursos públicos", consideran y proponen ahorrar dinero de cosas superfluas para aplicarlo en obras.Si una comuna por ejemplo, está acostumbrada a invertir en eventos de promoción, ya no podrá hacer ese gasto porque será dinero tirado a la basura, de ahí que deben readecuar su forma de usar el dinero.Al mismo tiempo, urge la necesidad de crear un grupo multidisciplinario de especialistas e investigadores para que diseñen una estrategia viable y posible para hacer frente a la debacle.Se trata de convocar a una gran estrategia estatal, jalar a los mejores cerebros y académicos y en un compromiso ciudadano y civil , sentarnos para buscar una estrategia de desarrollo que sea viable y posible. No soy un experto, pero creo firmemente que este equipo puede ser multipartidista, porque no debe importar el color o la afiliación partidista, o la religión que profese, sino atender y resolver las necesidades del pueblo.
Estamos terminando un año. Hay quienes prefieren celebrar este acontecimiento de una manera superficial y vana, con explosión de vaciedad y ruido para no pensar.
Yo me invito, y los invito a todos ustedes, a aprovechar esta oportunidad, de iniciar un año nuevo, de una manera mas sensata y madura: serenándonos y calmadamente entrar dentro de nosotros mismos para reflexionar, orar y compartir amistosa y familiarmente.
Vamos a tomar consciencia del tiempo y de su valor e importancia; para agradecer el tiempo vivido y esperar el que siempre viene cargado de dones y dificultades. El tiempo es el hilo que teje nuestra historia, es como un correo de gracias y bendiciones.
En una encíclica pude leer una declaración muy importante: “Un elemento distintivo del cristianismo es que los cristianos tienen un futuro. No es que conozcan los pormenores de lo que se espera, sino saber que su vida, en conjunto, no acaba en el vacío… La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par y se ha dado una vida nueva”. Entonces tu vida puede y debe cambiar, ya no tienes nada que temer. Ya no puedes mirar con angustia el mañana. La misma muerte se convierte en amiga. Cristo con su muerte y resurrección nos ha dado la llave para abrir el mañana y hacer de cada día una nueva oportunidad.
Nos da las llaves para abrir la esclavitud, la persecución, la incomprensión y cada lucha y esfuerzo se convierten en peldaños de liberación. El tiempo, para el que vive su fe y de la fe, es una oportunidad de crecimiento y de siembra. Todavía podemos ser más y hacer más y servir y amar más y más. No tengamos miedo al paso del tiempo. No tengamos miedo a envejecer. Cultivemos más bien, cada día, la esperanza de un día mejor.
Cristo es el día sin ocaso, el lucero que no se apaga, la llama que siempre arde. El puede iluminar todas las noches. El puede llenar de fuerza todos los vacíos. El puede dar sentido y consistencia a todos los instantes. Todas las cosas y todos los acontecimientos pueden tener gran valor si ponemos en ellos la marca del Espíritu de Cristo, el sello del amor. El amor vence la temporalidad.
Lamentablemente, también podemos acumular días vacíos, esos días que no cuentan. Son días vividos con ligereza y egoístamente. Lo que da peso y consistencia a los días es el amor. El día que no se haya amado, bórralo de tu calendario de vida; y si has amado solo un poquito, cuéntalo por la mitad: “No se trata de llenar la vida de años, sino de llenar los años de vida”.
Agradece: a aquellos que con su manera de ser, te ayudaron a ser más humano, más sencillo, más sensible a las cosas de Dios. A aquel que supo escucharte comprensivo. A aquellos con quienes compartiste tus ratos difíciles y de alegría. A aquel que te ayudó a descubrir tu riqueza interior. A aquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo. A aquellos que descubriste un día y “se quedaron en ti”. A aquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar. A aquel que con su vida incansable te animó a luchar. A aquellos que sin desesperarse siempre esperaron lo mejor de ti. A aquel que te exigía siempre haciéndote crecer en grandeza. A aquel que te hizo sentir importante cuando necesitó de ti. Aquellos que estando lejos los sentiste cerca. A aquel que con su desacuerdo te hizo descubrir tu verdad. Aquellos que sabes te quieren y siempre confían en ti. A aquel que siempre te anima a ver lo positivo. A aquel que te quiere como eres, animándote a crecer. A aquellos que con su experiencia interior te ayudaron a conocer a Dios y te anunciaron la buena noticia de que: Dios es tu mejor amigo, y te ama.

No olvidemos de pedir perdón, por nuestras faltas de fe. Por nuestros miedos y desconfianzas. Por nuestras omisiones. Por nuestras prisas, ligerezas y rutinas. Por no dar el fruto esperado. Por hacer sufrir a otros. Por no correr en ayuda de los demás. Por nuestros menosprecios e intolerancias. Por no compartir con los hermanos. Por nuestro orgullo y por no saber confiar y esperar en Dios.
Entre las tantas historias que los Evangelios relatan de Jesús, hay una que me es personalmente muy significativa; se trata de cuando el Señor calma la tempestad. Ciertamente un día en la vida de Jesús, durante su permanencia acá en la tierra no debió haber sido muy reposado ni para Él, ni para sus discípulos, pero al finalizar un buen día de aquellos, el Maestro montándose en una barca dice: “ pasemos al otro lado ” Podemos usar nuestra imaginación para revivir en cierta manera la escena, hasta donde la Palabra nos lo permite, y de esa manera me imagino a los discípulos de Jesús cansados, anhelando sentarse a solas con su Maestro, disfrutando tal vez de un merecido buen pedazo de pan fresco y algo de pescado, mientras deleitan sus oídos con las enseñanzas de su Señor, y sin embargo en lugar de todo eso, el Señor dice “ pasemos al otro lado ”. Muchos de los que seguían a Jesús, seguramente se miraron entre ellos, pero a pesar de las condiciones, posiblemente no muy favorables para un viaje en barca, como lo eran el cansancio, la oscuridad, el viento que iniciaba a soplar amenazante, era el Señor quien había hablado.
Lo que ocurrió a continuación es bastante conocido, se desató una gran tormenta y la barca se anegaba, mientras que el autor de la aventura “dormía plácidamente” en la popa de la barca. Puedo imaginarme aún a los discípulos afanados luchando contra los vientos y tratando se sacar el agua de la barca, hasta que fueron donde el Señor estaba y le despertaron diciéndole: Señor, no tienes cuidado que perecemos? Posiblemente se hubiese podido leer entre líneas algo así como “¡Señor, fuiste tú el de la idea de pasar al otro lado y te quedas acá durmiendo, por lo menos álzate y ayúdanos a sacar agua de la barca, para que no muramos!”. El Maestro se levanta, calma los vientos y la tempestad y reprende a sus discípulos, por la su falta de fe.
El Señor muchas veces me ha dicho, “ Nelson, pasemos al otro lado ”, sé que con usted también lo ha hecho; “ hijo mío, es hora de cambiar, de ir a otro lugar, de subir otro nivel en tu vida de cristiano ” y puede ser que las condiciones no parezcan ser las mas favorables y puede ser que en medio del camino se desate una terrible tormenta y peor aún, puede ser que en medio de todo, el Señor se acueste a dormir en la popa de nuestra zozobrante barca. ¡Qué situación desesperante! Pero, cómo puede ser posible que se nos olvide ¿Quién es el que va con nosotros en la barca?, es el Dios Todopoderoso. Recuerda que si Él te dijo “pasemos al otro lado” no lo hizo en singular, no te dijo : “pasa al otro lado” dijo PASEMOS .
Él va conmigo en mi barca, Él va contigo en tu barca, la barca no se hundirá jamás. Aunque parezca que duerme, El Señor se está mojando con la misma agua que parece anegarnos sin remedio, y aunque las condiciones parezcan ser las más contrarias, la barca no se hundirá jamás. Porque Él va con nosotros en ella y no permitirá que eso suceda.
Por esto querido amigo lector, frente a los desafíos del año 2009, a pesar de lo difíciles que puedan ser, ten confianza en Jesucristo que te dice: “Pasemos al otro lado” y como un valiente responde:
Gracias, mi Señor…. no le temo ni a los vientos, ni a las olas, ni a la tormenta porque tú vas conmigo en esta barca y llegaremos juntos al otro lado, tal y como tú me lo has prometido.

“MUY FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2009”






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