viernes, 16 de mayo de 2008

El Prejuicio

Teoterapia para Usted: El Prejuicio
categorias: Columna - Sociedad - Local

Déjeme aclarar algo: Cuando el Cristianismo no nos muestra al hombre tal como Dios lo ve, ya no es Cristianismo.
Por Nelson Zenteno Leído 41 veces


La debilidad humana es tan antigua como el hombre; pero tan actual como el noticiero de hoy. El hombre es intolerante para con su prójimo. A través de los siglos, esa falta ha oscurecido las páginas de la historia con odio, luchas encarnizadas y guerras. Hoy mismo, la guerra amenaza en distintos lugares del globo y barrer con la humanidad de la faz de la tierra. Nuestra ignorancia de los objetivos o virtudes de los demás, el hecho de que no los descubrimos o de que nos negamos a tolerarlos, nos conducen al pleito, el odio y hasta el asesinato. Y cuando esa incomprensión dura más que lo suficiente, esas personas, o familias, partidos políticos, clubes deportivos, ciudades, credos religiosos y hasta naciones, se vuelven demonios ante nuestros ojos y nosotros también ante los ojos de ellos. Un día encontré un recorte de periódico desteñido, que servía de papel mural en una vieja casa del interior. Era una forma de discurso, probablemente dirigido a un grupo militar hace más o menos cincuenta años o más. Sin embargo, el mensaje de un escritor desconocido es más oportuno para hoy de lo que fue antes. Decía lo siguiente: “Cuando usted llegue a conocer a un individuo, conozca sus gozos y sus preocupaciones; Cuando llegue usted a entender las cargas que él lleva, cuando haya entendido la lucha que él libra y las dificultades que tiene en su camino, Entonces descubrirá que él es diferente de lo que usted pensaba que él fuera ayer. Usted descubre que las faltas de él son tri- viales; no hay mucho que inculparle . Al individuo del cual usted se burló, cuando solo conocía su nombre. Usted está pronto para ver la falta en el estilo del prójimo distante. Y usted puede señalar todos los errores de él y aún burlarse de él por algún tiempo. Y los prejuicios suyos se abultan y crecen sus odios más violentos, Y mientras habla acerca de los fracasos de aquel hombre, usted no sabe lo que está haciendo. Pero cuando usted se acerca un poco a él, y se tocan las manos y juntan sus hombros, Usted descubrirá que los rasgos que odiaba, realmente no son tan grandes. Cuando usted llegue a conocer a un individuo, conozca sus disposiciones de ánimo y sus caprichos, Comience a descubrir la textura del lado espléndido de él. Comience a entenderlo y deje de burlarse y de despreciarlo, Porque con el entendimiento desaparecen todos los prejuicios. Comience a hallar sus virtudes y deje de hablar de sus faltas, Pues rara vez odia usted a un individuo cuando lo conoce bien. Cuando usted llegue a conocer a un individuo y entienda su manera de ser, Entonces las faltas de él realmente no importarán, porque usted habrá hallado por fin; mucho que puede alabar. No sé quién escribió estas palabras, pero son tan frescas como el “morrocotudo” de hoy . Luego de leerlas, comencé a pensar. Jesús revela a nuestro Padre. También revela a nuestro hermano. Él levanta el velo de nuestros ojos prejuiciados y nos permite ver el valor infinito que hay en todos los hombres de todas las razas, de todos los colores y de todas las clases. Los gentiles no constituyeron problemas para Jesús, sino que representaron posibilidades. Toda persona que vive en esta región, en especial los que decimos creer en Dios, necesitamos un fresco bautismo del amor de Dios en nuestro corazón, para convertir nuestras creencias en una revelación de posibilidades para nuestra ciudad de Arica, en vez de convertirla en algo que apoya nuestros prejuicios y produce desunión , rivalidades y hasta odio en algunos corazones. Déjeme aclarar algo: Cuando el Cristianismo no nos muestra al hombre tal como Dios lo ve, ya no es Cristianismo. Es muy fácil ser pequeño. Podemos ser pequeño en nuestras ideas, en nuestros proyectos, en nuestra manera de pensar, en nuestra religión, en nuestra actitud hacia la gente, en nuestro empeño, en nuestro trabajo, en nuestra visión, en nuestro amor. Le pido a Dios que en esta hora, cuando es tan importante el futuro de nuestra región, cuando hay tanto que está en juego, cuando hay tanto que hacer y hacerlo bien; nos olvidemos de nosotros mismos y nos entreguemos a la grandeza. Nos olvidemos de nuestros prejuicios y nos dediquemos a la grandeza. Debemos olvidarnos de nosotros mismos, para que Él pueda utilizarnos. “Para mí el vivir es Cristo y Cristo es amor”. Recuerdo las palabras de Jesús que se hallan escritas en Juan 13:34,35: “Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros, como yo los he amado, que también se amen ustedes unos a otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tuvieren amor los unos con los otros”.De ahora en adelante, cuando veas a un ser falto de amor, falto de cariño, falto de posibilidades; antes que florezcan tus prejuicios, piensa un momento: ¿Lo animaste tú?...él es un hermano del hombre, Y va llevando toda la carga que puede. ¿trataste de averiguar lo que necesitaba de ti? ¿O simplemente lo dejaste que siguiera desconcertado? ¿Sabes lo que es estar perdiendo una batalla, cuando una Animación a tiempo pudiera arreglarlo todo? Recuerden que somos hijos de Dios y que debemos vivir en Cristo y que Cristo es amor. No hay excusas.

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