sábado, 9 de marzo de 2013

QUE DICE DIOS ACERCA DEL MATRIMONIO ENTRE EL MISMO SEXO



Hay muchas opiniones sobre los "temas de actualidad en nuestra cultura que parecen difíciles de encontrar en las páginas de la Escritura. Va a ser imposible que encuentres “Matrimonios Entre el Mismo Sexo” en la concordancia de tu Biblia. Sin embargo estamos comenzando a ver que en algunas iglesias supuestamente “cristianas” están ordenando a clérigos homosexuales y realizando matrimonios del mismo sexo. Los teólogos y denominaciones liberales, a veces intentan argumentar que la homosexualidad no está prohibida por la Biblia, así que el matrimonio entre personas del mismo sexo, es igualmente permisible. Sin embargo, la Biblia es clara en cuanto a lo que Dios dice acerca de la homosexualidad; así que los esfuerzos por aceptar la homosexualidad deben provenir más de nuestra cultura secular que de nuestras iglesias cristianas.

A fin de abordar el tema del matrimonio entre el mismo sexo, vamos a tener que reconocer primeramente, que este tema en sí, NO está contemplado en la Biblia. Moisés nunca habló específicamente sobre el matrimonio entre homosexuales, y Jesús tampoco habló sobre este tema. Pero eso no significa que ellos aprobaran el matrimonio entre el mismo sexo, pero tampoco significa que no podamos saber lo que ellos pensaba respecto al tema. Podemos entender la verdad de la enseñanza bíblica sobre el matrimonio entre el mismo sexo, por medio de examinar primeramente lo que la Biblia enseña sobre dos tópicos que están subordinados a este asunto. Así que, comencemos….

Dios Tiene Una Opinión Acerca de las Relaciones Sexuales Entre el Mismo Sexo. 
La Escritura es muy clara acerca de las relaciones homosexuales. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, hablan abierta y claramente acerca de la homosexualidad y el Dios de la Biblia denuncia consistentemente este comportamiento:
Génesis 19:1-14 “Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra, y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza. El, sin embargo, les rogó con insistencia, y ellos fueron con él y entraron en su casa; y les preparó un banquete y coció pan sin levadura, y comieron. Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Hermanos míos, os ruego que no obréis perversamente. He aquí ahora tengo dos hijas que no han conocido varón; permitidme sacarlas a vosotros y haced con ellas como mejor os parezca; pero no hagáis nada a estos hombres, pues se han amparado bajo mi techo. Mas ellos dijeron: ¡Hazte a un lado! Y dijeron además: Este vino como extranjero, y ya está actuando como juez; ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y acometieron contra Lot y estaban a punto de romper la puerta, pero los dos hombres extendieron la mano y metieron a Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se cansaban tratando de hallar la entrada. Entonces los dos hombres dijeron a Lot: ¿A quién más tienes aquí? A tus yernos, a tus hijos, a tus hijas y quienquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, pues su clamor ha llegado a ser tan grande delante del SEÑOR, que el SEÑOR nos ha enviado a destruirlo. Y salió Lot y habló a sus yernos que iban a casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, salid de este lugar porque el SEÑOR destruirá la ciudad. Pero a sus yernos les pareció que bromeaba.”


Este pasaje clásico del Antiguo Testamento, describe a la muchedumbre en Sodoma como un grupo de hombres perversos que ¡querían “tener relaciones” con los hombres de la familia de Lot! ¿De qué clase de relaciones está hablando aquí la Biblia? Es claro que los hombres de Sodoma querían tener sexo con los hombres de la familia de Lot. En el libro de 2 Pedro, puede encontrarse una descripción más detallada de la situación:
2 Pedro 2:6-10 “… si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después; si rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por sus hechos inicuos), el Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio, especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad. Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas …”


Pedro aclara el hecho de que los hombres homosexuales de Sodoma están bajo el juicio de Dios por su corrupto deseo de “andar tras la carne.” No es solo que estos hombres fueran condenados porque querían violar a la familia de Lot; es que estos hombres querían tener sexo con otros hombres. Judas describe este deseo como antinatural:
Judas Verso 7 “Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.”


Los homosexuales de Sodoma estaban siguiendo “carne extraña” al querer tener sexo con otros hombres. El Antiguo Testamento consistentemente describe la actividad sexual homosexual como una abominación:
Levítico 18:22 "No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación.”

Levítico 20:13 "Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.”


El Antiguo Testamento es consistente y claro: la homosexualidad es una abominación antinatural para Dios.
El Nuevo Testamento no es menos condenatorio:
Romanos 1:26-27 “Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío.”

1 Corintios 6:9-10 “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.”

1 Timoteo 1:9-10 “…reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los inmorales, homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina”


Las palabras de la Escritura son directas, claras e inflexibles. Pueden haber muchos asuntos y temas que no estén claramente tratados en la Biblia, pero la homosexualidad simplemente no es uno de ellos. De estos pasajes, podemos deducir con seguridad, cómo piensa Dios acerca de la homosexualidad; Dios dice que los homosexuales están …

Viviendo una forma de vida “impía.” Viviendo de manera “inmoral.” Negando las leyes de Dios relacionadas con la sexualidad. Complaciendo un deseo sexual bajo y corrupto. Despreciando y resistiendo a la autoridad. Viviendo de manera “voluntariosa” y desafiando a Dios. Consintiendo en un acto enormemente inmoral que es una abominación. Cometiendo un pecado detestable que es merecedor de la muerte. Involucrándose en actos sexuales que son antinaturales e indecentes. Atrayendo el severo juicio de Dios, a menos que sometan su deseo.

La lista es decisivamente clara y describe la forma en que Dios siente acerca de la homosexualidad. Mientras que la lista es inflexible, ciertamente no significa que la homosexualidad sea menos perdonable que la cantidad de pecados que todos nosotros cometemos diariamente. Pero es claro que Dios detesta la homosexualidad.

Dios Tiene Una Opinión Acerca del Matrimonio. 
La opinión de Dios respecto al matrimonio, es tan clara como su opinión respecto a la homosexualidad. No tenemos que adivinar lo que Dios dice acerca de las relaciones entre hombre y mujer. Dios afirma la unión de hombres y mujeres, porque esta unión es la que mejor refleja la totalidad de la naturaleza de Dios.


Génesis 1:27 “Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”


El hombre, por sí mismo, no es la „imagen de Dios; el hombre Y la mujer juntos, reflejan la "imagen" completa de la naturaleza de Dios. El hombre está incompleto sin la mujer, y la mujer está incompleta sin el hombre. (c o n t i n u a r á )

No hay comentarios:

Publicar un comentario